miércoles, 23 de abril de 2014

Sant Jordi 2014


De nuevo la jornada de Sant Jordi se ha visto caracterizada por la mala organización que contempla la mezcla incontrolada de curiosos, compradores, viandantes y por supuesto todo aquél que aspire a una firma del escritor en su libro. No obstante, una vez asimilado y dado por hecho que son gajes del oficio, sobretodo hoy en día con lo fácil que resulta hacer una foto con un móvil, quizás sea posible disfrutar un poco de la jornada.


En esta ocasión el gran Wyoming ha sido el primero, y podría decirse el más destacado, al no haber estado nunca en el día del libro y la rosa en Barcelona. Ha presentado su libro No estamos locos, digno del humor y sátira propios del programa El intermedio, y con un título digno de la experiencia del evento. El presentador y actor también es músico, y al respecto le he comentado cuando lo vi en Madrid en directo con Dan Aykroyd en el concierto de The blues brothers.




El siguiente turno ha sido el de Francisco Ibáñez, el cual considero siempre prácticamente una visita obligada. Me ha dibujado con su perfecto y rápido trazo un Mortadelo disfrazado de foca en su tebeo ¡Por Isis, llegó la crisis!, título que sigue perfectamente de actualidad a pesar de su tiempo. En relación a ello, siempre bromeo diciendo que el autor conforma una fiel representación del país: con 78 años y trabajando. Es viva imagen del cómic español y toda una leyenda, de pequeño no leía otra cosa y era un gran coleccionista suyo. De nuevo, la simpatía y profesionalidad con la que atiende el dibujante y guionista caracterizan su presencia.




Pedro García Aguado ha publicado su primera novela, Cuaderno de rebeldes, temática de la cual ha sido elegida, tal y como me ha indicado, porque debido a su pasado se convirtió en un experto de la materia de la mala vida, y por lo tanto es de lo que entiende. Al respecto le he dicho que me encantó la frase que dijo en una entrevista conforme no se avergonzaba de su condición. Como estaba hablando con él mientras me lanzaban la instantánea he querido repetir, y ha sido cuando ha entrado en acción para saludarle Sonia Cervantes, psicóloga del programa Hermano mayor. Le he dicho si me podía hacer ella la foto y ha posado pensando que me refería consigo. Nos hemos empezado a reír los tres, aunque al final también me he fotografiado con ella; la verdad es que ha sido un momento único, Pedro estaba aporreando la mesa de la risa, la cara de Sonia no ha tenido desperdicio.


Joaquín Reyes ha estado metido en su personaje durante toda la firma, de hecho preguntaba si Mario Vaquerizo andaba cerca y comparaba su fila de fans con las colas de los autores cercanos. A pesar de no destacar en originalidad, le he sacado de nuevo el tema de la imitación de Bono, a lo que me ha respondido con el falsete de Lemon. Realidad a la piedra es un libro gráfico de humor absurdo pero directo que garantiza una sonrisa, no se puede negar que es suyo.


A pesar del ambiente creado alrededor de Joaquín Reyes y del pequeño gran malentendido que ha dado tanto juego con Pedro, sin lugar a dudas la cumbre de humor del día ha sido alcanzada con Dani Mateo. Quizás le he entrado bruscamente en referencia a la temperatura corporal y humedad de la ropa interior de las adolescentes que nos rodeaban, pero lejos de escandalizarse ha echado a reír sin control mientras agachaba la cabeza. Le he dicho que estaban defendiendo a capa y escapada tanto a él como a su extrema belleza incluso en la aparición de la portada de su libro, La risa os hará libres, a lo cual ha destacado que era una proeza defender esa cara. Por lo visto con el gran Wyoming no solo comparte El intermedio y su primer Sant Jordi, sino que parece ser que su responsable, según palabras suyas, le supera en la captación de atención del sexo opuesto. Por la conversación que hemos tenido, el título del libro ha parecido magnificarse en significado por momentos.


La última adquisición del día ha sido Matar a Leonardo da Vinci, aunque con Christian Gálvez he acabado hablando de cómics, materia de la cual ha demostrado tener dominio. Compartimos el miedo que tenemos a la nueva película de DC comics, cuyo nuevo universo introdujo El hombre de acero, y donde Superman y Batman compartirán escenario por primera vez en la gran pantalla. Habrá que tener esperanza y por encima de todo fe en Zack Snyder, que ha demostrado que después de Christopher Nolan, es el director señalado para la adaptación y trato del mundo indicado. Por último, y en referencia al tema, le he remarcado la gran envidia sana que le tuve cuando entrevistó a Russell Crowe en la premiere de Madrid.


No estamos locos.

domingo, 13 de abril de 2014

Bits


Hoy ha sido la última oportunidad de ver Bits en el teatro Poliorama de Barcelona. Carles Sans, Joan Gràcia y Paco Mir han vuelto a demostrar que con Tricicle no hacen falta palabras para hacer reír, al menos en lo que respecta a su obra plagada de gags, homenajes y sobretodo muchísimo humor gestual. Tal y como el propio título indica, la tecnología actual toma protagonismo en la función y es usada como herramienta visual para conseguir sacar más que una sonrisa. La compañía teatral catalana es única en su especie, de hecho, son los únicos que al acabar salen al vestíbulo antes de que lo haga el público, para poder dar la mano y agradecer la visita personalmente a todos y cada uno de los asistentes, con las consiguientes anécdotas que ello ha propiciado a lo largo de los años.




Código trinario.

viernes, 11 de abril de 2014

Marky Ramone's brown Ale


Hoy ha sido el inicio de los tres días que durará la nueva edición del Barcelona beer festival y que tendrá lugar en el museo marítimo. En él se promueve el reconocimiento de la cultura artesana y de calidad de más de 300 cervezas artesanas, entre las cuales se encuentra, y se ha presentado en la barra Meet the brewer, la nueva Guineu: Marky Ramone’s natural brown Ale. Es un tipo de cerveza originaria del norte de Inglaterra, donde el batería de los Ramones visitó las mejores fábricas, y de cuya experiencia obtuvo el ideal que quería conseguir. Debe el nombre a su color, y en ella se percibe la malta y leves sabores de caramelo y chocolate.


Marky distingue una buena cerveza cuando la prueba, y quería conseguir que fuera oscura y de gusto muy fuerte. Ya hecha, la degustó sin alcohol, porque hace treinta años que no bebe debido a su adicción, que le costó la salida temporal de los Ramones. El lúpulo la hacía demasiado amarga, por lo que le añadió un poco más de carbónico para endulzarla, ahora es perfecta. Además, parte de la venta es destinada a caridad, al igual que con el resto de sus productos.


No es la primera vez que Marky compagina su pasión por la música con la gastronomía, dado que tiene su propio helado, el Marky Ramone’s cookies, y salsa, la Brooklyn’s own marinata pasta sauce, de la cual tardó seis meses en hacer la receta; su abuelo era chef y jefe de cocina en el famoso club nocturno Copacabana de New York, donde cocinaba para todo tipo de actores famosos. La inspiración y motivo de hacerla fue verlo cocinar en casa, lo que le supone un gran recuerdo. También dispone de un negocio de comida callejera ambulante en la misma ciudad, donde se pueden probar hasta cuatro variedades de albóndigas: la Marky Ramone’s cruisin’ kitchen.




Justo al ir a recoger las acreditaciones en el festival de la cerveza, Marky acababa de finalizar una sesión fotográfica y hemos entrado con él, de hecho, la propia organización al vernos juntos han dudado si éramos del staff o acreditados. A su llegada a la barra Meet the brewer, ha empezado a dar la mano y a servir su propia cerveza. Poco después me he encontrado detrás del stand con él, ha sido el momento en que me ha firmado los vinilos de los discos Road to ruin, End of the century y Brain drain. En el segundo no ha podido evitar dibujarle un bigote a Johnny Ramone, dejando para la imaginación como a quien ha querido caracterizarlo.





Durante la noche la acción se ha trasladado a la sala Razzmatazz, donde Marky ha estado pinchando en la sala principal. Al llegar, le he podido dar dos entradas de sus conciertos con la banda Blitzkrieg en Barcelona para que me las firmara, y luego he podido acceder a la cabina para hacerme una foto con él. Al ver mi camiseta, que compré precisamente en el primer concierto donde lo vi en directo, me ha dado la mano. Debo decir que he preferido la música de las sesiones anteriores que he disfrutado con él, pero a pesar de ello y que se me ha hecho especialmente corta la duración, sigue siendo un placer escuchar temas que normalmente no caerían, por supuesto siendo numerosos de ellos de los Ramones.


Do you wanna dance?