viernes, 28 de junio de 2013

Martín Piñol


En marco del ciclo de cine Phenomena, hoy han proyectado en el palacio de congresos Arma letal y Depredador. Antes de la doble sesión, se ha expuesto material promocional de cine, así como una colección de réplicas y material original usado en él. Precisamente, películas como Los cazafantasmas, La jungla de cristal, Alien: el octavo pasajero y Aliens: el regreso, han sido proyectadas anteriormente, donde fue todo un lujo poder volver a disfrutar de tales obras maestras en la gran pantalla.

Máscara usada en V de vendetta y material promocional de Matrix
Accesorios e indumentaria del agente Smith junto a conexión craneal usados en Matrix
Material promocional de La jungla de cristal
Material promocional de Alien: el octavo pasajero
Marco firmado usado en la tercera parte de Regreso al futuro
Material promocional de Los cazafantasmas
Réplica de la trampa y parche de Peter Venkman usado en Los cazafantasmas
Material promocional de Arma letal
Material promocional de Depredador
No obstante, la sorpresa de la noche ha sido encontrarse sentado a unas escasas butacas de mi posición a Martín Piñol, humorista catalán que además sirvió como apertura de una sesión anterior, donde se proyectó The wall, Cinema Paradiso y The Rocky horror picture show. En ella, no solo realizó un excelente monólogo a modo de introducción de la triple sesión del ciclo musical, sino que demostró una vez más con su sobresaliente auto-crítica cómica, que sabe reírse de él mismo como nadie.


Vida de gordo.

viernes, 21 de junio de 2013

El hombre de acero


Jerry Siegel y Joe Shuster crearon el superhéroe definitivo, cuya primera aparición fue el número uno de Action cómics en junio de 1938; de eso ahora hace precisamente 75 años, estamos de aniversario. Gracias a Christopher Reeve y su magistral interpretación del personaje, el legado de Superman en la gran pantalla se volvió inmortal y dejó huella para siempre: si fue el primer cómic del género, también supuso la primera película a nivel de repercusión. Bryan Singer dirigió Superman returns: el regreso en 2006, suponiendo una secuela directa de la atmósfera y mundo creados por Richard Donner en 1978 (con todas sus ventajas y desventajas teniendo en cuenta el cambio de época) y caracterizando a Brandon Routh como al último hijo de Krypton. Ha sido ahora, cuando los directores Zack Snyder (300 y Watchmen) y Christopher Nolan (Batman begins, El caballero oscuro y El caballero oscuro: la leyenda renace), se han puesto manos a la obra para reinventar el personaje dándole un aire fresco e innovador a la historia y poder así crear la película definitiva de Superman, al menos en cuanto a su origen se refiere.


Henry Cavill ha nacido para el papel, se desenvuelve en todas las tesituras del personaje asombrosamente, realizando una gran interpretación en todos los aspectos gracias a las posibilidades que ofrece el superhéroe al no tener la cara oculta. Es un actor que durante toda la película muestra todos los sentimientos que vive como un libro abierto, precisamente el origen como tal condiciona la progresión del héroe en este aspecto hasta que llega a definirse totalmente, desde este punto de partida queda establecida la escala de valores por la cual se regirá. Como protagonista de cómic, es el más poderoso de todos, pero precisamente y debido a toda su fuerza, los sentimientos, emociones y principios que le mueven han de mostrarse como mayores nexos en la trama para que esta resulte interesante. Todo ello sin entrar en el parecido y la preparación física, habiendo sido el primer actor que ha realizado un entrenamiento exhaustivo para encarnar este papel.


Russell Crowe retoma el rol que ya hiciera Marlon Brando como Jor-El, sobran palabras y elogios al respecto ante tal actor, siendo el protagonista absoluto del inicio de El hombre de acero en Krypton, un perfecto arranque a modo de premonición de lo que supondrá la película: acción épica. La destrucción del planeta con el plano de Lara-El inmersa en su dolor y soledad ante la ausencia de su marido no deja indiferente. A pesar de su muerte, debido a la cual la destrucción del planeta resulta más trágica, sigue apareciendo posteriormente gracias a la tecnología de Krypton. Para esta ocasión su presencia va más allá de meras proyecciones de las bases de memoria, por lo que por suerte se puede disfrutar en su plenitud de la interactuación de padre e hijo, aunque sea de forma artificial.


Michael Shannon resulta brillante como Dru-Zod, debido al control artificial de nacimientos y la asignación del cargo para el cual servir, quedan más que justificados y comprendidos sus motivos que lo guían como general para acabar desatando un golpe de estado y en consecuencia una guerra. El deseo de perpetuar su planeta natal y su pueblo según lo establecido es prioritario ante todo, por violentos y crueles que sean sus métodos, y precisamente en esa coyuntura, el primer niño nacido libre y último hijo de Krypton, se convierte solo por su mera existencia en su total antagonista. Kal-El se considera miembro de la humanidad y ante ese sentimiento aparece el instinto protector, considera que su planeta natal ya tuvo su oportunidad; esta forma de pensar junto al hecho de que, gracias a la inclusión del códice en su cuerpo como única opción posible de volver a crear Krypton, contrarían los designios del general y exaltan a su máxima potencia esa rivalidad. El contraste entre la dictadura y la libertad son evidentes, Shannon transfiere constantemente con su actuación toda esta motivación personal hecha obsesión y convertida en locura.


Kevin Costner como Jonathan Kent acaba de conformar lo que es un casting de lujo junto a Diane Lane como Martha, sirviendo ambos como la base central y eje de la educación y forma de ser de Clark, enseñanzas, educación y vivencias compartidas gracias a las cuales, se verá repercutida toda la humanidad en la moralidad y ética de su hijo. Los dos actores que lo encarnan en sus épocas tempranas de niño y adolescente, con especial mención del segundo debido a su especial parecido, muestran la parte más humana del personaje gracias a sus padres adoptivos.


Quizás el papel de Lois Lane es difícil de destacar, pero Amy Adams cumple, siendo para esta ocasión más agresiva. Se trata la relación con Clark de forma directa, de hecho se elimina el misterio acerca de su identidad, a pesar del deseo de Lois de conocer su origen. Lawrence Fishburne como Perry White es difícil de concebir, por un lado tiene evidentes diferencias respecto al cómic, pero por otro no desentona en el papel del conocido jefe. Antje Traue ejecuta perfectamente a Faora-Ul, representando una auténtica belleza mortal, en perfecto contraste de su acompañante militar, que para mi reminiscencia es grande, abrupto y despistado.


La sobradamente conocida historia no es nueva, pero es abordada con agilidad e inteligencia mediante flashbacks, mostrando las conclusiones sin interludios, evitando así repetirse. Esta necesidad de no prolongar la duración de la película más de lo necesario con Smallville, puede haber restado de forma incorrecta dramatismo a la muerte de Jonathan. La explicación de la misma siempre ha sido una enfermedad o un ataque al corazón, algo que su hijo, con todo su poder y potencial, jamás ha podido evitar. El giro argumental está servido gracias a su sacrificio, debido a la obsesión por la protección de un padre por encima de la seguridad ajena, incluida la suya. En el último momento que comparte con Clark antes de su muerte, después de una fuerte discusión, este muestra a pesar de su dolor, por primera y última vez, confianza y respeto a su voluntad y autoridad.


David S. Goyer (guionista de la trilogía de El caballero oscuro), no considera en su guión necesaria una presentación de nombres tales como Metrópolis, Smallville y Superman, hecho con el que precisamente juega; lo mismo sucede con la sorpresa de que aparte de su personalidad, la única diferencia visible creada para su identidad secreta en Daily planet, siguen siendo solo las gafas. Una vez más, la historia está escrita, y respetar fielmente el cómic puede conllevar incongruencias si se desea un origen contundente y con fundamento, búsqueda paradójica en parte tratándose de un superhéroe que vuela y puede visualizar rayos caloríficos.


La acción en la película parece desmesurada inicialmente, al igual que el argumento, que puede asemejarse como precipitado, pero en cuanto se asienta el conjunto, se descubre que realmente están en porciones de medida justa y necesaria. Kal únicamente entra en juego cuando la vida de otras personas depende de su actuación, y usa el traje concebido por su padre solo ante la amenaza inevitable de Zod. Por otra parte, es el trato debido dado el cómic en cuestión, a pesar que al ser la sexta película parezca que no se podía aportar nada nuevo en muchos aspectos a la historia de Superman. Es la primera vez (gracias a que los efectos especiales lo permiten) que se ven en la gran pantalla las verdaderas hazañas y posibilidades reales del superhéroe, al igual que su lado más sufrido y oscuro, facetas y sentimientos que no se habían explorado lo suficiente hasta la fecha. También se muestran y enfatizan los cambios que experimenta el cuerpo debido a la nueva atmósfera, suponiendo de forma temporal una debilidad debido al exceso de percepción de información en los sentidos, una debilidad temporal que perfeccionar.


Resulta totalmente injusta la comparación con El caballero oscuro de Nolan, a pesar que dado el punto de vista realista y actual que se ha adoptado y que Chris ha permanecido en las sombras de la producción, es inevitable no establecer relación. No obstante, a pesar que la combinación de ambos personajes resulta realmente efectiva precisamente en su contraste, no son iguales, y por lo tanto es imposible, a pesar de establecerse como asesor, que el director en su estilo y esencia ejerza la misma influencia. En este aspecto, el manto de la capa ha sido recogido vigorosamente por Zack Snyder, quien ha cumplido como experto en cine de acción, dejando atrás el tan recurrido tiempo bala, e incluyendo escenas tipo cámara en hombro, quizás de forma arriesgada y logrando acierto en unas escenas más que otras. En cualquier caso, aplica a la película un ritmo adecuado en la sucesión de acontecimientos y se muestra elegante en el planteamiento de las escenas, que resultan totalmente efectivas en conjunto con la banda sonora.


Como referencia al universo DC, el satélite de empresas Wayne cumple su oculto objetivo de confirmar que se trata del mismo espacio y tiempo, detalle contundente teniendo en cuenta lo esperada que es una película que reúna a los dos grandes personajes de la editorial: Batman y Superman. En cuanto al propio cómic, Lexcorp aparece en edificios y vehículos en distintas ocasiones, conformando una clara referencia de cara a una secuela, tan abierta como la cápsula que encuentra Kal en la nave.


En cuanto al ámbito sonoro, Hans Zimmer vuelve a ser el acertado autor, definirlo como épico es mero eufemismo. La sombra de John Williams puede perturbar y acongojar a cualquier posible sucesor en este campo, no es su caso, que si bien no consigue que se olvide al primer compositor, logra que se pase página. Pueden parecer repetitivas algunas notas en según qué instantes, o que no lleguen a asignarse los temas individualmente a los personajes tanto como en el score de otras obras suyas, pero salvo algún pequeño matiz de este tipo, logra conseguir con creces la meta de instaurar un nuevo himno en El hombre de acero.


A mi modo de ver, el objetivo de esta película ha sido traer sangre nueva al mundo de Superman, respetando fielmente la historia del cómic en su esencia. Si bien elementos y escenarios como la fortaleza de la soledad o la zona fantasma han sido actualizados o transformados como conceptos, a día de hoy el legado de Christopher Reeve en sus películas sigue vivo y no se olvida. Como prueba de ello, la cara de Henry Cavill, en concreto cuando Kal-El está ubicado debajo del rayo terraformador del Black zero. Tanto como origen y como película, El hombre de acero supone una historia concluida; no obstante, vuelva a aparecer Superman o no en la gran pantalla, el personaje tiene unos perfectos cimientos sobre los que seguirse construyendo la historia.


Intentarán seguirte, tropezarán, caerán, pero con el tiempo se unirán a ti en el sol.

lunes, 17 de junio de 2013

¿Qué significa la S?


Hoy me he levantado prácticamente a las cuatro de la madrugada, ¿el motivo? Coger el primer tren para ir a Madrid, donde iba a tener lugar la premiere de El hombre de acero con los actores Henry Cavill, Russell Crowe y el director Zack Snyder. Las causas que me han motivado a ir son Crowe como uno de mis actores favoritos, a pesar de considerarlo un sueño y dar por imposible una foto con él, y Cavill como el nuevo Superman, teniendo en cuenta el cariño con el que trata a sus fans. Aún estaba sorprendido que Russell fuera a la capital, en cualquiera de los casos la asistencia de ambos actores es lo que me ha llevado también a viajar.

L.A. confidential
Después de breves y pésimos sueños durante el viaje, al llegar a la ciudad he pasado por casa de mi suegro para tomarme un café con él, cuyo actor favorito es precisamente Russell Crowe. Me he aseado y he intentado descansar, aunque ya sabía que mi inquietud no me lo iba a permitir, y menos después de descubrir un mensaje del versátil actor australiano de la noche anterior que espetaba “¿Dónde estoy?”, seguido de una fotografía de una botella de vino, Capitán Alatriste. Ha sido entonces cuando en cuestión de minutos estaba merodeando por los hoteles e intentando conseguir información al respecto y, a pesar de tener prácticamente total seguridad de donde estaba alojado, me han supuesto castillos en el aire en comparación de la seguridad de la premiere. Al dirigirme hacía allí aproximadamente a las once de la mañana y comprobar que había gente ocupando la valla, me he apostado allí desde entonces.

Gladiator
Casualidades de la vida, me he encontrado junto a miembros y autores de la comunidad La fortaleza de la soledad y de El consejo kryptoniano, compañía sin la cual la larga espera no habría sido lo mismo. Si ya de por sí, a veces parece una proeza que lleguen aquí este tipo de eventos, vista la desorganización constante parecemos principiantes. Por lo visto, los cuerpos de seguridad al pasar por la mañana han confirmado que estaba todo en orden, pero el personal del siguiente turno se ha negado rotundamente a esa afirmación y ha hecho saber que bajo la responsabilidad en su tiempo de servicio no se iba a correr riesgo alguno. Inicialmente no han querido cortar la calle, acción que han acabado realizando igualmente a pesar de las negativas al delimitar un carril unos escasos metros para desviar el tráfico, y así asegurar a los asistentes. No obstante se ha exigido alejar la valla del tráfico, acercándola así al espacio del photocall y ampliando escuetamente la movilidad en la acera.

Una mente maravillosa
Por lo que a mí respecta, he preferido los cines Capitol en concreto, dado que al ser un espacio reducido había más posibilidad que nos atendieran a todos y aparecer en alguna foto o video ajeno, ya fuera de la prensa o los fans. Los problemas de logística se han sucedido cuando, transcurrido el tiempo y con la mayor parte de asistentes estacionados y todo el material promocional ubicado, han querido proceder con el movimiento de vallas. Haciendo unión entre nosotros para que se respetara nuestro lugar, hemos incluso ayudado a mover las vallas, momento surrealista como pocos.

Robin Hood
Desde buena mañana además, hemos analizado donde colocarnos estratégicamente, porque justo a nuestra izquierda nos delimitaba una apertura en la valla metálica por la cual iban a pasar los actores; no obstante, la masa de público llevaba acumulada ahí desde entonces sin previo aviso, a pesar de advertirlo en numerosas ocasiones a la organización sin éxito. Por la parte que nos incumbe, nos hemos temido que llegado el momento al intentar movilizar a las personas, hubiera presión e incidentes justo donde estábamos. Y así han transcurrido las últimas horas de pesadilla, con más preocupaciones que distracciones. El cansancio acumulado se ha apoderado de mis compañeros y de mí, y es que si mi gran miedo ha sido ir solo por si todo se desbarataba, por ello mismo he ido con la idea de no moverme un solo momento de mi lugar en todo el día.

Immortals
Por lo visto a pesar que Henry Cavill tenía programado asistir a El hormiguero, no le ha gustado el formato y ha declinado la propuesta; a pesar de lo atento que es el actor, quizás en esta anécdota sale a relucir la vena británica. Curiosamente Russell Crowe que, lamentablemente ha sido protagonista de mala fama no merecida, y al cual considero realmente natural y sincero, sí le ha gustado la propuesta y ha accedido a asistir en su lugar. El programa se iba a grabar de seis a siete de la tarde, por lo que hemos calculado que alrededor de las ocho ya empezaría a haber movimiento, todo y que no estaba confirmada de forma definitiva la hora, a pesar de las indicaciones.

La fría luz del día
Conforme se acercaba el gran momento, ha llegado otra situación de estrés e incertidumbre, si ya de por sí mover las vallas con toda la gente y tener que retirar todas las lonas y material publicitario para volver a colocarlo nuevamente ha sido toda una labor, no ha parecido suficiente. Como contrapartida de esta acción, el equipo personal de seguridad ha exigido que entre la valla y el stand del photocall debía haber exactamente dos metros. Al no ser así al haber movido las vallas, y en conjunto con otras irregularidades, han sido numerosas las veces que se han oído frases como que se cancelaba el evento o que los actores no iban a asistir. A veces es un milagro que algo salga medianamente bien, y he aquí cuando intervienen notablemente la personalidad y profesionalidad de los artistas, porque de lo contrario parece que se sirva en bandeja el deseo de no apostar su integridad física.

El amanecer de los muertos
Los actores estaban llegando, por lo que han abierto la valla por la puerta metálica y han apostado a la gente que había a ambos lados sin ningún tipo de separación, pretendiendo que los actores pasaran por ese pasillo humano de escasos centímetros de espacio. Las vivencias y experiencias del día por lo visto estaban sirviendo para tener una fe ciega en la buena voluntad de la gente, cuando curiosamente se ha cuestionado y medido constantemente toda la estructura del evento por una diferencia mínima de espacio. Quiero creer que visto lo que ha pasado luego ha sido un desvío de atención, cosa que igualmente no era necesaria, fuere como fuere sigo sin entender nada.

300
He llevado las portadas de bluray de Immortals, Watchmen, 300 y el pack de Gladiator y Robin Hood, aunque la organización ha repartido material promocional de El hombre de acero para las firmas, en concreto una lamina con la portada de la película. Lamentablemente han repartido dos modelos, en uno el reverso estaba en blanco y el otro contenía la ficha técnica, por suerte he cogido la versión completa. Dado el esfuerzo, tiempo y nervios invertidos, si ha habido momentos por la mañana después de llegar que he tenido cierta esperanza, por la tarde se ha esfumado por completo. Pensaba que había ido allí para nada, y es que el cansancio extremo no estaba siendo precisamente anulado con la incertidumbre de lo que iba a pasar ante tal desorganización. La presión de la gente cada vez ha sido mayor y, a pesar de no haber hecho calor y no haber llovido salvo dos puntuales gotas, apenas se podía estar en condiciones. La peculiar e incómoda velada se ha amenizado brevemente con el acto de aparición de personajes tales como Santiago Segura, Alberto Chicote y Christian Gálvez.

Watchmen
Ha sido entonces cuando la gente se ha exaltado, los actores por lo visto han entrado por la salida posterior del cine Capitol, y Henry Cavill me ha pasado por delante. Me ha sorprendido porque me ha dado la sensación de ver a Superman, me ha parecido nacido para el papel, unido a que siempre es un momento único ver por primera vez de cerca a un personaje que se admira. Le hemos llamado y ha dicho que ahora volvía, porque ha empezado a firmar por el final de la valla a nuestra derecha, por lo que he preparado mi carpeta con el poster de la película y la portada de Immortals. Cuando me he querido dar cuenta, dado que mis ojos estaban posados en Henry, que cada vez estaba más cerca, también ha pasado Russell Crowe por delante de mí. Me he quedado muy impresionado, no me lo he podido creer, me ha impactado tenerle tan cerca de repente. Le hemos llamado y ha dicho también que ahora volvía, al pasar por detrás de Cavill, que estaba firmando y a punto de llegar a nosotros, le ha preguntado sonriendo cómo iba la cosa.


Conforme se acercaba el actor protagonista, nuestras camisetas de Superman se hacían evidentes y hemos arañado más segundos con ellos de lo convenido, de hecho uno de mis compañeros de fatigas le ha preguntado que consejos le podía dar a un joven actor, ha respondido algo así como mucha perseverancia, entusiasmo y profesionalidad. Cuando ha llegado mi turno, y habiendo comprobado que se estaba haciendo fotos, le he dicho que he venido de Barcelona solo para la premiere, me ha firmado el poster y al pedirle foto ha posado conmigo. Me la ha hecho además no una persona cualquiera, sino un compañero del grupo con el cual nos hemos intercambiado cámaras antes para hacernos fotos mutuamente. Es un gran dibujante, lamentablemente no ha podido adentrarse aún en el peculiar mundo del cómic, donde quizás para iniciarse siempre hace falta un buen contacto, a partir del cual poder demostrar la auténtica valía. Para prueba de ello, solo hace falta ver un dibujo suyo del Superman de Christopher Reeve en estado de ira, como en la tercera parte, a raíz del contacto con la alterada kryptonita de defectuoso origen e incorrecta composición. Cuando he visto la foto no me lo podía creer, no todos los días se puede decir que se tiene foto con Superman. Ya había valido la pena todo lo sufrido.


Pocos momentos después ha sido cuando se ha acercado Russell Crowe y he visto que también se estaba haciendo fotos con los fans, al ver que era factible y solo con contemplar tal posibilidad, mis nervios han aumentado. Si con Henry el público ha estado exaltado, con el oscarizado actor la primera fila de la valla no ha tenido nada que envidiar a la de un concierto. Viendo que Cavill me ha firmado el poster, siendo solo una firma por persona, he optado por darle prioridad para tener todas las firmas de El hombre de acero reunidas. Cuando Russell se ha colocado enfrente de mí y me estaba firmando, le he dicho que es mi actor favorito y al pedirle foto ha posado amablemente, de hecho hasta que no se ha asegurado que ha salido no ha dejado de sonreír. Cuando he comprobado que había salido bien, si en la anterior ocasión no me lo podía creer, justo en ese momento la adrenalina se ha apoderado totalmente de mí; es curiosa la droga natural que supone en estos casos y cómo funciona el cerebro humano, porque el cansancio desaparece y se activa el cuerpo de repente, pasando de cero a cien ante tal hazaña.


Zack Snyder ha hecho acto de aparición, pero ha tenido que interrumpir su atención  hacia los fans para ir un instante al photocall, advirtiendo que volvía en breve. Detrás de un gran hombre hay una gran mujer, y en esta ocasión se trata de Deborah Snyder, quien también ha intervenido en la producción de la película. Nos ha firmado y se ha hecho fotos con especial atención y amabilidad. Al volver Zack, ha continuado firmando exactamente desde el punto donde lo había dejado, ha sido por un momento como si no se hubiera ido. Ha caído otra firma y otra foto, esta vez con el aclamado director, justo después que mis colegas le hayan felicitado por su película Sucker punch. ¿Quién me iba a decir que el sábado iba a estar con el dibujante de Watchmen y el lunes con el director de la película?


Al desaparecer Snyder hemos podido salir de la opresión para respirar libres. Me he despedido del grupo y, luego de comer y beber algo rápido que me ha sabido a gloria, he cogido un taxi. Es imposible explicar lo sentido, al ser puro sentimiento. Al llegar a casa de mis suegros, donde justamente han acabado de ver a Russell Crowe en El hormiguero, me ha costado conciliar el sueño a pesar del cansancio, y es que los nervios y expectación ante lo sucedido aún estaban latentes y a flor de piel. Aparte de la premiere en Madrid, tenía en mente recoger personalmente dos vasos en forma de calavera de Crystal head vodka y una caja para una de las botellas, que tenía reservados desde cuando asistí precisamente a la presentación en Gourmet experience. Así, si no tenía éxito, al menos habría aprovechado el viaje; no he sido consciente, por suerte, acerca de lo completamente equivocado que podía estar.


Esperanza.

sábado, 15 de junio de 2013

Dave Gibbons


ECC ediciones ha publicado la re-edición del cómic Watchmen, de DC cómics. Dave Gibbons, dibujante de la obra maestra, ha presentado el lanzamiento ofreciendo una sesión de firmas y dedicatorias, no sin antes responder a los fans todas las preguntas y cuestiones en una pequeña conferencia que se ha realizado. Destaco lo que me ha parecido más interesante.


Respecto a su nivel de conciencia de lo que iba a suponer su obra célebre cuando la estaba ideando, no se lo habría imaginado nunca. De hecho, nos ha confesado que si hubiera sido conocedor de tal repercusión los nervios le habrían dominado. Alan Moore y él simplemente hicieron lo que deseaban y consideraban según su juicio personal y modo de ver, sin pensar en las consecuencias; jamás se les ocurrió llegar a pensar el éxito que iba a suponer y que tantos años después iba a estar delante de un grupo de personas hablando de ello y firmando su trabajo, y mucho menos, de todos los seguidores que iba a crear la obra de culto. Sin hablar de la película, gracias a la cual se vendieron decenas de miles de ejemplares más.


También habían considerado hacer una precuela del cómic basada en la época dorada, pero acerca de qué opina sobre los nuevos cómics de Antes de Watchmen ha preferido no pronunciarse. El colaborador de ECC ediciones se ha disculpado por no advertirlo antes, pero desconocía si iba a formularse tan acertada pregunta. Ya dijo en su día que entre decirlo todo y no decir nada prefería lo segundo, “buen intento”, ha dicho Dave mientras reía.

 

Sobre la adaptación a la gran pantalla ha dicho que no le parece perfecta, como nada en este mundo, pero para él ha sido la mejor adaptación posible de un cómic y de la obra en sí: mejor y más fiel no podría haberse hecho. Zack Snyder le resulta todo un profesional, solo tuvo que ver su trabajo como director de 300, premiere en la cual pudo conocerle personalmente, y por consiguiente la adaptación de los vigilantes. A modo de ejemplo, las manchas de Rorschach en la película son exactamente las mismas que en el cómic, respetando el dibujo viñeta a viñeta, a pesar que Gibbons las creara aleatoriamente vertiendo tinta en un papel y doblándolo.


Respecto a los personajes de la obra, no escoge uno como favorito entre sus creaciones, sería como elegir entre un hijo u otro. En cuanto a los cuerpos de Linterna verde, para él Hal Jordan siempre será el único, a pesar que confiesa que le gusta dibujar a Tomar-Re, porque su cara da mucho juego. No obstante, uno de los personajes favoritos con los que ha trabajado ha sido Superman.


Ha reconocido la influencia de Batman en Búho nocturno, y le sorprende la admiración que despierta Rorscharch, teniendo en cuenta lo radical que resulta en sus pensamientos y modo de razonar. Todo lo ve blanco o negro, y dada su condición eso le convierte en un personaje totalmente oscuro y visceral, un asesino despiadado; según su estado de ánimo la mancha de su máscara cambia de una forma a otra, pero realmente se ve en ella el reflejo interior de uno mismo. Ha puesto como ejemplo que él en realidad debe ser miedoso, porque cuando habla con fans disfrazados siempre le da mucho respeto. Hablando de oscuridad ha comentado que cuando finalizó el diseño de El comediante, le pareció una estética muy poco acorde con el nombre, y ahí reside el origen de la chapa con la sonrisa: puro contraste para dar la nota final necesaria.


Ha comentado entre otras condiciones que se dieron, que no recibieron censura de ningún tipo, y que no cree que el comic tuviera ninguna repercusión política más allá de la ficción creada, a pesar de lo que se pudiera llegar a pre-suponer. Meros elementos conceptuales y de entorno, temática aparte de lo interesante que fue integrar enmascarados en un marco real y desarrollar esa historia, a raíz de la necesaria muerte de El comediante como inicio de la trama.



Ha habido una pregunta cuanto menos peculiar, acerca de qué opinaba sobre la editorial, que había reclamado derechos de autor a fans que se habían tatuado a los personajes. Él ha confesado que personalmente no se haría nunca un tatuaje, pero que si alguien se hace eso a sí mismo en su cuerpo, y más siendo de forma tan perpetua, es un verdadero homenaje a lo que ha creado y no tiene absolutamente nada en contra.



Al acabar la sesión de preguntas de los fans, ha llegado el esperado turno de las dedicatorias, donde antes que nada ha sido él quien me ha pedido foto. Le he dado para firmar la codiciada edición de tapa dura de Norma de Watchmen, que tiene la mancha de Rorscharch como portada, y los dos cómics de la serie Amalgam de Super soldier y Man of war, en referencia al mismo personaje. Le he preguntado si la amalgama de Superman y El capitán América era su favorita, así ha sido, todo y que para esta ocasión no hemos creído ninguno de los dos que se vaya a realizar película.









¿Quién vigila a los vigilantes?