miércoles, 13 de agosto de 2008

El caballero oscuro


Christopher Nolan ha dirigido El caballero oscuro porque creía que podía superar Batman begins, y lo ha conseguido, a pesar del excelente prólogo que supone su antecesora. Esta entrega no desenlaza con un elemento totalmente abierto como la carta del Joker, sino que cierra magníficamente como una declaración de intenciones, donde se focaliza por encima de todo el significado de la existencia de Batman.


Christian Bale sube un eslabón interpretativo en esta secuela, donde se cuestiona sus principios y escala de valores, viendo en qué se ha de convertir para vencer a su enemigo. La perdida de Rachel supone una carga más, característica del personaje, sobre el precio a pagar por su legado, justificando así una vez más, el deseo de total control y responsabilidad sobre sus actos.


Gary Oldman, Michael Cane y Morgan Freeman repiten respectivamente como James Gordon, Alfred Pennyworth y Lucius Fox, en lo que conforma a falta de una definición mejor, un casting de auténtico lujo. Eric Roberts desarrolla notablemente el papel de Salvatore Maroni, sucesor de Carmine Falcone en la familia criminal de Gotham, y en cuanto a Cillian Murphy, aparece nuevamente al inicio de la película como Espantapájaros, favoreciendo la continuidad. En ese aspecto y como punto negativo, el personaje de Rachel Dawes lo protagoniza Maggie Gyllenhaal, en lugar de Katie Holmes. No obstante, el cambio ha sido hacia mejor, conformándose como mejor compañera de Bruce tanto por edad como a nivel interpretativo.


Aaron Eckhart aprueba como Harvey Dent debido a su porte y elegancia, que encajan perfectamente con el personaje, cuya dualidad se hace visible desde el primer instante, a pesar de su aparente integridad y convicción. El accidente que lo desfigura supone un antes y un después como gran catarsis, dejando como paralelismo de su origen el intento de agresión en el juicio contra Maroni. Paradójicamente, la explosión donde pierde a su prometida también tiene su raíz en los cómics, cuando había conseguido recuperarse del incidente con el ácido gracias a la cirugía. Harvey, impulsado por el Joker, pasa de decidir su propia suerte a actuar solamente en base a su moneda, objeto imparcial de azar justo.


El caos es el ingrediente esencial que compone la trama; la incertidumbre reina por doquier en lo que se refiere al personaje del Joker: desde su origen, hasta el verdadero conocimiento de lo que habría ocurrido si se llega a accionar el detonador de los ferris. Como en el cómic, si hay que tener obligatoriamente un pasado, mejor poder elegir entre varios. Quizás todos son ciertos parcialmente, pero a pesar de ser su identidad totalmente desconocida, la agresión conocida como la sonrisa del payaso, supone una decisión acertada a falta del ácido nuevamente como origen. La locura posiciona irremediablemente a un nuevo nivel.


Heath Ledger ha realizado una interpretación magistral, conformándose como extraordinaria la labor de reconocer al actor. El escepticismo de la primera parte ya no existía con El caballero oscuro: juzgando a su antecesora, era sobradamente conocido que el resultado sería de calidad. Su voz y risa son dignas del personaje a conmemorar, así como su estética y comportamiento, llegando así a la altura del reto con total conciencia de ello desde su segunda aparición. Adoptado desde un prisma de perspectiva distinto, según el patrón del resto de elementos de la visión del director, supone todo un referente.


La adaptación resulta actual y realista, dentro del margen ficticio que otorga el género, no obstante consigue permanecer nuevamente fiel al cómic, sirviendo a modo de inspiración ejemplares tales como La broma asesina, El largo Halloween y de nuevo Año uno, incluso incluyendo detalles de colecciones más recientes como Silencio. Se han cuidado todos los detalles para dar a esta conversión el respeto que se merece.


El nuevo traje satisface una necesidad ergonómica, tanto para el personaje en sí como para Christian Bale: mejor movilidad pudiendo incluso, por primera vez, girar la cabeza. A pesar de perder protección, al quedar las placas que lo componen más separadas, la nueva armadura mejora respecto a la anterior, al estar ideada y diseñada a la altura de las circunstancias, equipada de este modo con la tecnología adecuada. Su nueva condición lo hace vulnerable, pero como Lucius Fox revela, en subjetiva referencia a Catwoman, puede resistir el ataque de un gato.


El visor de sónar de la capucha dota a Bruce con las mismas habilidades que un murciélago, siendo la licencia más fantástica que se permite Nolan en la película, aunque con perfecta cabida dentro de la tecnología de última era, siempre a disposición de empresas Wayne. La reminiscencia a los ojos blancos del cómic queda expuesta, por no mencionar el paralelismo con el proyecto de telecomunicaciones Omac, cuyo único objetivo es el más integro y absoluto control.


El batmóvil queda destruido en esta secuela, por lo que el nuevo método de desplazamiento es el batpod, que emerge despedido del vehículo cuando Batman está posicionado para el salto; se conforma así precisamente al uso, la estructura de los dos neumáticos delanteros junto a los mandos de control. Conserva los misiles y los cables tensores que originariamente servían para tender puentes, tal y como narró Fox en Begins.


Hans Zimmer y James Newton Howard vuelven a estar a cargo de la banda sonora, siguiendo con la misma pauta y sello personal definidos para esta nueva saga, aunque quizás de forma más condicionada y sujeta al contexto en esta ocasión. Al entrar el Joker en acción, el conjunto sonoro de la película se ve afectado en consecuencia: los sonidos estridentes y tensos son crecientes, y parecen desembocar en una explosión ante su presencia. La épica permanece fiel al legado propuesto, pero las reglas del juego han cambiado debido a la magnitud del villano.


Christopher Nolan se ha superado a sí mismo, narrando y exponiendo virtuosamente la historia detrás de las psiques torturadas de los villanos, sencillamente porque un héroe se define por sus enemigos. Está sentando las bases de un nuevo género y estilo a seguir, una fórmula que siempre ha estado ahí pero a la que pocos se han acercado, por la debida atención que merece. Ante los fríos números de la industria, hace coincidir taquilla con crítica.


Lo que no te mata te hace diferente.

miércoles, 23 de julio de 2008

Batman en Barcelona


Hoy ha sido la premiere de El caballero oscuro, que se ha proyecto en versión original subtitulada en el cine teatro Coliseum de Barcelona, a tres semanas vista antes de la fecha oficial de estreno. A pesar de carecer de entrada y no tener previsto el evento, en última instancia he conseguido no solo entrar, sino posicionarme entre los primeros en hacerlo. He podido acceder al palco, donde nos han obsequiado con palomitas y agua caracterizadas con el símbolo de Batman.


La banda sonora ha estado sonando a todo volumen durante el transcurso de la premiere, mientras una señal de Batman se proyectaba en movimiento sobre la fachada del cine barcelonés, que estaba cubierta por cartas del Joker. Cabe recordar que no es la primera vez que Christian Bale pisa Barcelona, teniendo en cuenta el rodaje de El maquinista; la asistencia de celebridades locales también ha caracterizado el evento, tales como Jaume Balagueró, director catalán.


El motivo por el que ni siquiera he considerado posicionarme en la valla, a pesar de la presencia de Christopher Nolan, Christian Bale, Aaron Eckhart y Maggie Gyllenhaal, ha sido que no había espacio en primera fila, y las medias tintas en cuanto a posicionamiento se refiere no existen. He tomado como prioridad ver la película, y una vez dentro, la proyección de como transcurría la premiere en el exterior, incluyendo la llegada del reparto. Nolan, en el interior del cine con el resto de elenco subido al escenario, ha remarcado interrumpido por aplausos, las cifras de taquilla que estaba alcanzando El caballero oscuro.


He visto desde la comodidad de la butaca como Aaron Eckhart se hacía alguna foto entre los fans, no siendo el caso de Christian Bale, quien solo ha firmado con su característica petición constante de nombre, en lo que supone a la práctica una ausencia total de rúbrica si no hay dedicatoria. El hecho de no hacerse fotos ha reforzado psicológicamente mi circunstancia de haber asistido solamente para disfrutar de la película, con especial mención al ambiente que se ha apoderado de la situación.


Dado que todo ha surgido de improvisto y solo llevaba mi móvil, las fotos que he podido sacar son de baja calidad, aunque queden como recuerdo. Han sido escasas las ocasiones que recuerdo tanta pasión entre el público, habiendo aplaudido en escenas concretas dignas de ello, pero sin dejar de mostrar un ápice de respeto al cine en un solo instante. Es curioso amanecer contando de nuevo los días que quedan para el estreno y encontrarme al anochecer habiendo visto la película antes que nadie.


Esta ciudad se merece un criminal de más categoría.

miércoles, 27 de febrero de 2008

Another day


Me había acostado sobre las doce y me he despertado a las nueve en punto, así que he seguido durmiendo hasta las once. Me he preparado poniéndome toda la poca ropa que he llevado para el viaje, visto lo mal que lo he pasado el día anterior, y me he ido directo para allí de nuevo, esta vez sin complicaciones una vez aprendido el camino.


He visto entrar a todos los miembros del grupo al mediodía, poco después se ha abierto la puerta y ha salido Bono. Al verme ha dicho que me había visto el día anterior a lo que le he respondido que yo a él también, aparte de la situación me ha hecho gracia al instante el juego de palabras, “I have seen you too”. Volvía a haber mucha gente a los cuales se han añadido obreros a los que ha firmado en el casco y para la hija de uno de ellos en un papel; he ido a intentar repetir foto cuando ha aparecido The Edge y he decidido estar con el único de los cuatro con quien aún no lo había conseguido. Me ha costado acercarme y hacerme la foto, a pesar de no intentar conseguir firma, y es que en cuestión de un día me he malacostumbrado dada la buena suerte que he tenido, la poca gente que había y lo que he conseguido; y es que las primeras fotos que me hice me parecían perfectas. Me han hecho un par y luego he intentado hacerme una, dado que estaba literalmente atrapado entre Bono y The Edge y no podía salir, bendito placer. Antes que se marchara Bono, le he dado la mano y le he dado las gracias por todo. Justo después de la vivencia, he ido a un restaurante cercano donde he comido como un rey y no ha faltado nada: vino, postres, café y unos entrantes y platos dignos de mención, al igual que la cuenta. Ha servido para compensar lo del día anterior con creces.


Al volver, la espera se ha hecho larga hasta que ha salido Adam ya entrada la noche, que nos ha atendido de nuevo con su característica amabilidad. The Edge ha salido con el coche y se ha ido no sin antes saludarnos, al igual que Bono. Larry también se ha ido pero sin decirnos nada, de hecho suele acelerar en dirección contraria, haber visto el coche ha sido cuestión de suerte. He ido a cenar a una pizzería, donde por cierto estuvo Edge para San Patricio, y luego a tomar unas pintas de Guinness a un pub irlandés. Luego bien entrada la madrugada me he ido al aeropuerto, donde he estado el resto de la noche sin dormir, aunque se me ha hecho realmente corto; justo antes de entrar en el avión, me he conectado desde un cibercafé justo al lado de la puerta de embarque, porque han notificado que mi vuelo lo habían retrasado una hora por el mal tiempo. A eso de media mañana he llegado a Barcelona, donde una vez en casa pensándolo bien, me ha parecido imposible lo que había hecho.


I have seen you too.

martes, 26 de febrero de 2008

Nice to meet you too

A pesar que intente transmitir lo que ha sucedido y como lo he sentido a cada momento, es algo que es necesario vivir para poder explicarlo. Este domingo me encontraba en Madrid con la idea en la cabeza, de hecho la pensaba desde hace mucho tiempo e incluso me había llegado a obsesionar el fruto de conseguirla: estar con mi grupo favorito desde que tengo memoria, para sacarme unas fotos con ellos y que me firmaran. U2 estaban grabando desde hace algunos días el nuevo disco en los estudios Hannover Quay de Dublín, y empezaban a verse las primeras fotos de los fans con ellos. El caso es que inconscientemente, es algo que siempre había tomado por imposible, llevándome a pensar que lo daría todo por una foto con Bono y una firma suya. No obstante viendo recientemente que había gente que lo estaba consiguiendo, me pregunté que porque conmigo no podía suceder lo mismo. Decidí que era el momento dadas las circunstancias, así que, a pesar que no me hacía realmente a la idea que lo conseguiría, y pensando que no obtendría lo que he visto en fotos de otros, en lo que tardé en tomarme un café ya tenía mi vuelo hacía Dublín y mi hotel en Temple bar. Cuando me quise dar cuenta ya estaba hecho, al igual que otros planes alocados que he llevado a cabo anteriormente, como la primera vez que vi en directo a U2 en Roma el 23 de julio de 2005, comprando el vuelo sin tener siquiera entrada inicialmente, y gastando íntegramente mi primera nómina para la ocasión.

A día de hoy, he madrugado y me he preparado para el viaje, se podría decir que me he ido con lo puesto hasta tal punto que me han registrado más de lo normal en el aeropuerto, y es que los vinilos han sido precisamente lo que más bulto hacía en mi mochila a pesar de llevar solo las portadas. Llevaba desde el domingo nervioso, quizás porque iba demasiado concienciado, de hecho me he encontrado de madrugada a mi tío en el tren, viniendo de mi pueblo, y me lo ha notado. Sobre el mediodía he llegado a la ciudad irlandesa, donde he cogido un taxi con un conductor de lo más amable, que incluso al ver que me había quedado sin línea en mi móvil me ha querido ofrecer el suyo para avisar que había llegado. Llovía un poco, así que he pasado rápidamente por un supermercado para comprar algo de comida y bebida, de hecho iba con tanta prisa y nervios en el cuerpo que he acabado de pagar la comida a un mendigo que tenía delante en la cola, al cual no le alcanzaba, para la poca cara de buenos amigos de la cajera. Una vez en el hotel, esperando en recepción ha sonado como música de fondo Sometimes you can’t make it on your own, si fuera supersticioso habría pensado que ha sido una señal. He comido deprisa lo que había comprado, incluso más de lo convenido, y me he dirigido hacia Hannover Quay.

La verdad es que ha sido mi segundo viaje hacía la capital irlandesa y jamás había ido solo, y no solo mi sentido de la orientación deja mucho que desear sino que tengo extrema facilidad en perderme, por lo que quizás esas condiciones han proporcionado una serie de catastróficas desdichas que afortunadamente han acabado bien. En cualquier caso mea culpa el hecho de darse estas características y yo igualmente dar por sentado que recordaría como llegar. Iba en dirección correcta y pensaba que estaba cerca cuando ha llegado un momento en el que no tenía ni la más remota idea de donde estaba, me encontraba totalmente perdido. La zona me sonaba pero vagamente y lamentablemente la ciudad, al igual que muchas otras, peca de que hay zonas que son casi exactas. Solo miraba la hora, puesto que se hacía tarde y el hotel apenas estaba a diez minutos de los estudios de grabación. Tenía los nervios a flor de piel, estando negativo e incluso poniéndome en el peor lugar e imaginándome que no llegaría y que no habría servido para nada lo que había hecho, una total pérdida de tiempo y dinero. Para más facilidades como ya me he dado cuenta en el taxi, estaba sin móvil gracias a la poca atención recibida por parte de mi compañía operadora, así que con cierto grado de desesperación y dada la poca buena pinta que tenía el barrio por donde me estaba dirigiendo, he ido preguntando hasta dar con un señor realmente agradable que le ha venido de paso acompañarme, por lo que me ha indicado una vez cerca que fuera por un camino de lo más dudoso. Le he hecho caso y me he alegrado inmensamente al ver al cabo de poco las letras de Grand canal docks, que aparecen en el álbum All that you can’t leave behind.

He cruzado la zona del muelle y una vez ubicado, he distinguido claramente hacia donde tenía que ir, por lo que he empezado a correr, desconociendo si ha sido por instinto, la adrenalina o el hecho de que había una persona con capucha y las mismas gafas de sol que Bono, que luego ha resultado ser para mi ataque cardíaco otro fan que esperaba. En la misma puerta, donde apenas había cuatro personas, a pesar de saber la respuesta he preguntado si el grupo estaba dentro, a lo que me han contestado afirmativamente. Ha sido peculiar estar en el sitio donde tantas fotos estaba viendo últimamente, me he entretenido haciendo alguna y dando vueltas, no recuerdo si la puerta se ha abierto alguna vez antes pero ha sido cuando ha llegado mi gran momento.

Estaba de espaldas y he escuchado la puerta, me he girado y he visto a Bono con Sam O’ Sullivan detrás, técnico de Larry y de la banda, se ha apoyado en el marco y ha empezado a hablarnos tranquilamente. No sé si ha sido por la naturalidad al salir o la forma tan apacible en la que se ha puesto a hablarnos pero me he tranquilizado de golpe, aunque por dentro estaba exaltado y se me notaba en la cara, por la ilusión o quizás por si algo salía mal, ha sido un cúmulo de emociones en un reducido espacio de tiempo. El caso es que ha empezado a hacerse fotos y a firmar, se ha mostrado muy amable y totalmente accesible a todo cuanto le decían y pedían. Ha llegado mi turno y le he preguntado si me podía hacer una foto con él, le he dado la cámara a la persona que tenía más cerca y ha sido entonces cuando me he acercado a Bono, me ha pasado el brazo por detrás, me ha cogido y ha sonreído de lo más natural para la foto mientras posaba. Lo primero que he hecho ha sido comprobar que la foto había salido bien, cuando la he visto he pensado “tengo foto con Bono”, era el gran momento que estaba deseando tener.


He sacado los vinilos del Boy, War y The Joshua tree para que me los firmara, en el primero ha hecho unas gafas a Peter Rowen y en la reciente remasterización del último se ha dibujado un sombrero a sí mismo. Mientras me firmaba su disco debut, le he comentado que era mi disco favorito y le he expuesto mi predilección por la etapa más temprana del grupo, y como me gustó el primer leg de Vertigo tour al retomar canciones de esa época. Ha sido de lo más surrealista estar explicando eso a Bono, pero quería hablar con él de lo que fuera tal como surgiera. Le ha gustado mi comentario, quizás siempre se agradece que se recuerde una actitud joven y más si es la que realmente querían volver a adoptar, ha creído que lo estaban consiguiendo. Podía tomarse como una respuesta muy general sin comprometerse, pero a mí me ha gustado el hecho de que estaba escuchando y atendiendo, más allá de un mero asentimiento o afirmación. Cuando se estaba despidiendo le he pedido otra foto, y ha accedido igual de amable que la primera vez; ha salido borrosa y quien me la hacía ha tenido la amabilidad de decírmelo, así que no ha tenido problema en repetir.


Cuando se ha cerrado la puerta no me lo podía creer, apenas llevaba un rato allí, son mi grupo favorito desde que tengo memoria: unas caras totalmente conocidas y familiares, que había visto en conciertos, videos, fotos y portadas. Siempre tan cerca y a la vez tan lejos, unas personas mitificadas por mi pasión y aparentemente inalcanzables, no obstante ahí estaba yo y así habían sucedido las cosas. Yo había estado hablando con el cantante de mi banda favorita desde siempre, contándole mis gustos precisamente acerca de su grupo mientras me firmaba sus discos. Me he asombrado de mi templanza, es más, por poco se le ha caído mi rotulador pero se lo he cogido, al igual que el tapón, por lo que la situación se ha vuelto un poco cómica, buenos reflejos. Además para mi suerte, una de las chicas que estaba conmigo me ha dicho que me había fotografiado mientras me hacía las últimas fotos, por lo que le he dado mi correo electrónico. Cuando las he recibido, con un “según lo prometido” como asunto, ha resultado ser todo un making of. Asimilando lo que había sucedido, he enviado un mensaje desde el móvil de uno de mis compañeros de fatigas; la verdad es que estábamos ambos eufóricos, si hacía frío apenas lo hemos notado dado nuestro estado, y es que después de cosas así, se van todos los males de golpe. Es difícil transmitir lo que se siente, nada como ver las caras de ambos en las fotos.




Al cabo de poco se ha vuelto a abrir la puerta y ha aparecido Adam, que a diferencia de Bono ha caminado hacia nosotros y se ha quedado justo en el centro, entre los que estábamos. Me he hecho foto con él y ha empezado a firmarme los discos; me he dado cuenta al instante que tal cual cogía el vinilo tal cual escribía en él, por lo que todo y que lo único que importaba es que me firmara, había que ir con cuidado de no darle con las prisas nada del revés. Al ver que no paraba de sacarle vinilos me ha preguntado si me los había traído todos, a lo que le he respondido que no, que tenía más en casa pero que si se esperaba volvía con ellos (la verdad es que lo he cumplido a rajatabla). Se ha detenido en el War y me ha preguntado si seguía escuchando el vinilo, a lo que le he contestado que por supuesto, que sonaba mucho mejor. Es una persona que mira a los ojos y observa a quien firma, totalmente detallista y cercano. No me lo podía creer: ya había estado tranquilamente entre firmas y fotos con la mitad del grupo, dos de cuatro. 


A partir de ahí, la espera se ha hecho larga y dura; el caso es que ya de noche, un taxi se ha estacionado justo delante de la puerta sin dejar espacio apenas, iba a salir alguien con prisas. Se ha abierto la puerta y hemos visto a Larry, iba a subirse directamente cuando hemos llamado su atención y ha alzado la cabeza, al vernos ha rodeado el vehículo y apenas ha hecho un par de firmas. Lo he cogido por detrás ya posando para cuando me hicieran la foto, al igual que hice con los demás, y cuando ha parado de firmar, ha mirado a la cámara, ha posado y ha sucedido algo posible pero improbable: una foto con Larry en los estudios de grabación de Hannover Quay. Creo recordar que ha sido la única noche que ha salido a pie y se ha hecho un par de fotos, una es la mía. He ido a fotografiar a quien me la había hecho y cuando nos hemos dado cuenta el fundador de la banda ya se había metido prácticamente en el taxi, por lo que hemos llamado nuevamente su atención indicando que faltaba él, no quiero imaginar si se llega a ir y mi compañero se queda sin foto después de haberme hecho la mía. Después de la instantánea, la cual además se ha hecho con prisas, en cuestiones de segundos ha desaparecido. Ha estado apenas un momento con nosotros, de hecho no recuerdo haber oído su voz. Si es posible, una firma siempre complementa a una buena foto, pero está claro que la prioridad es lo segundo, por lo que me he quedado sin firma, y más viendo que otra persona un poco más y se queda sin foto. He valorado lo que tenía, que era mucho, había quien había priorizado la firma y se había quedado sin foto y es que de prioridades va la cosa. Si ya de por sí en la foto con Larry se me nota cansado, tenía frío y el estómago revuelto, el hecho de solo haber ingerido algo de comida rápida en un momento durante todo el día no ha ayudado. Desconozco si han sido los nervios o todas las emociones durante el día, pero me encontraba realmente mal, apenas hablaba y me movía, no sé cómo he podido llegar después al hotel.


The Edge ha salido en coche directamente desde el garaje y ha firmado a pocos desde dentro, mi instinto ha sido ir a por la foto pero viendo que era imposible al haber mucha más gente, he sacado los vinilos pero no he llegado a acercarme lo suficiente para conseguir la firma. Adam también ha salido con el coche pero ha abierto la puerta y se ha bajado, atendiendo otra vez amablemente a los que había. No recuerdo si ha sido esta noche o la siguiente que me aparté dado que ya tenía foto con él y todo firmado, pero justamente aparcó el coche justo delante mío para salir, y al abrir la puerta se encontró conmigo de cruces como si lo hubiera hecho a propósito. Bono ha salido en coche y ha tenido el gran detalle al ver tanta gente de salir y decir que estaba muy cansado y que mañana más, ha dado la mano a los que tenía más cerca y se ha ido. Si algo demuestran es que a pesar de lo que hacen y quienes son, saben quien está allí esperando y pasándolo mal, e incluso llegan a dar explicaciones y a excusarse de porque hacen las cosas, cuando no deberían. Todo un ejemplo de comportamiento y humildad, que para mí ha supuesto un antes y un después y para ellos solo un momento con un desconocido. Lo peor que puede pasar en estos casos es caerse el mito, y desde luego U2 cuidan y procuran que no suceda.

Me he ido como he podido hasta el hotel, donde me he tomado una merecida ducha y un té que me ha sabido a gloria; en la cama, me he puesto a mirar las firmas y las fotos sin dar crédito antes de ponerme a dormir.




A veces los sueños se hacen realidad.

sábado, 19 de enero de 2008

Rock 'n' roll high school


Hoy Marky Ramone ha pinchado en la sala Pop bar de Razzmatazz. La música estaba sonando en la discoteca cuando de repente ha reinado el silencio, y se ha empezado a escuchar a todo volumen el inicio de Do you remember rock ‘n’ roll radio?. Ha sido entonces cuando ha hecho acto de aparición mientras era aclamado entre los asistentes, y justo antes de entrar en la cabina he podido darle la bienvenida estrechándole la mano.


El repertorio de la noche no ha tenido desperdicio, y es que el espacio y ambiente de la sala quizás da más juego que la principal para estos eventos. Obviamente han sido los Ramones el grupo del cual han caído más canciones, pero curiosamente y como anécdota, le he pedido al propio Marky que pusiera I believe in miracles y sin embargo no ha sonado. No hay que dar nada por hecho nunca.


La fiesta en sí misma, y la sensación de tenerlo a mi entera disposición, ha dejado más de una anécdota memorable. No obstante, se puede confirmar con certeza, para quien ponía en duda la atención y simpatía del batería, que no se podía estar más equivocado; no solo ha hecho gala de una gran paciencia, sino que su predisposición a todo cuando se le pedía ha sido completa.


Se puede decir que Rock ‘n’ roll high school ha pasado del directo al estudio en el DJ set de Marky Ramone en Pop bar. La sesión ha sido peculiar, por su propia presencia, y por la antigüedad y estilo de los temas que normalmente no tendrían tanta cabida en Razzmatazz. Las circunstancias han hecho que se junten ciertas condiciones favorables para disfrutar de la noche, aunque cualquier excusa es buena para ver a Marky.


Do you remember rock ‘n’ roll radio?